Ciudad de México. La noticia del fallecimiento de Robert Redford, actor, director y activista de 89 años, generó un profundo pesar en Hollywood y entre figuras políticas, artísticas y culturales. El ganador del Oscar y fundador del Festival de Sundance murió el martes en su casa de Utah, rodeado de su familia, informó su publicista Cindi Berger.
Tributos desde la industria cinematográfica
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Demi Moore recordó al actor con un fragmento de Una propuesta indecorosa (1993), película que ambos protagonizaron: “Vivirá para siempre de muchas maneras y guardaré cerca de mi corazón los muchos recuerdos que compartimos. Lo que daría por un baile más”, escribió en Instagram.
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Leonardo DiCaprio destacó su faceta como activista ambiental y defensor de las artes: “Su compromiso con la protección de nuestro planeta estuvo a la altura de su inmenso talento. Su impacto perdurará en las generaciones venideras”.
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Ron Howard, director de cine, lo definió en X como un “factor de cambio artístico” por impulsar el cine independiente a través de Sundance.
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Marlee Matlin recordó que sin Redford no habría existido la plataforma para que películas como CODA obtuvieran reconocimiento mundial.
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Sterlin Harjo, creador de Reservation Dogs, subrayó que Redford “empoderó a narradores nativos e independientes”.
Voces de la política y la cultura
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Hillary Clinton lo elogió por defender causas progresistas: “No solo fue un actor y director legendario, sino un activista que abrió puertas para nuevas generaciones”.
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Donald Trump afirmó: “Robert Redford fue genial. Tuvo una serie de años en los que no había nadie mejor”.
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Stephen King, escritor, lo definió como parte del “Hollywood nuevo y emocionante de los 70 y 80”.
Un legado que trasciende el cine
El gobernador de Utah, Spencer Cox, recordó el amor de Redford por la región: “Construyó un legado que hizo de Utah un hogar para la narración y la creatividad”.
Otros artistas como Colman Domingo, Ry Russo-Young y Cary Elwes coincidieron en señalar que su huella permanecerá en generaciones futuras, tanto por su trabajo en pantalla como por su impulso al cine independiente.
Robert Redford deja un legado artístico y humano que marcó profundamente al cine mundial: clásicos como Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), Todos los hombres del presidente (1976) y Tal como éramos (1973), junto con su labor en defensa del medio ambiente y su apuesta por el cine independiente, lo consolidan como uno de los grandes íconos culturales de Estados Unidos.