Las palabras no siempre pueden traducirse de una lengua a otra. En muchas ocasiones llevan un significado profundo que tiene que ver con la cosmovisión y la riqueza ancestral de una cultura.
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Es el caso de la palabra Ch´ulel, que viene de la lengua tzeltal* y que se refiere al conjunto de conocimientos y creencias que habitan en las personas y en los objetos tradicionales. Chiulel no es algo innato, sino que se otorga con el tiempo a las vivencias.
Así surgió el proyecto llamado “Intraducibles”, que con un libro y una exposición gráfica reúne 68 palabras cotidianas de 33 lenguas de pueblos originarios de México que no tienen una traducción al español. Para entenderlas, hay que describirlas.
“Esto lo hicimos con el objetivo de promover el interés y respeto por la riqueza cultural y lingüística de México, para que la gente se entere que, en este país, además del español, se hablan 364 variantes lingüísticas, 68 lenguas y que cada palabra de esta exposición refleja toda una cosmovisión y una forma de pensamiento,” aseguró en una entrevista con ONU México la poeta zapoteca Irma Pineda, precursora de este proyecto.
Fuente: ONU