Senadores, campesinos y funcionarios destacaron las ventajas y los resultados del programa Sembrando Vida, pues gracias a este proyecto un millón de hectáreas, que hace cinco años estaban abandonadas, hoy son productivas.
Durante el foro “La transformación del campo mexicano”, la senadora Leticia Peña Ocampo, de Morena, reconoció que, durante décadas, campesinos y productores estuvieron en el olvido, por lo que la desigualdad social que vivió México en el Siglo XX, “trajo la convergencia de lideres sociales y políticos que buscaban mejores condiciones de vida para la gente”.
Recordó que a inicios del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se definió con claridad que el centro de las políticas públicas serían los grupos más pobres, entre ellos, los campesinos, quienes nos dan de comer y, sin importar el día y las condiciones climáticas, se levantan muy temprano a nutrir la tierra.
En ese sentido, dijo que a principios de 2019 se implementó el programa Sembrando Vida, que tiene como objetivo contribuir al bienestar social de los agricultores mexicanos, a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, por medio del establecimiento de sistemas agroforestales, que combinan la producción de los cultivos tradicionales con árboles frutales y maderables, a fin de aumentar así la producción y disminuir el uso de insumos y costos para la producción de las parcelas.
El senador Gabriel García Hernández dijo que ahora México puede platicarle al mundo que es posible regresar al campo, para no sólo generar prosperidad económica, sino también para sanar al planeta y garantizar la sustentabilidad de futuras generaciones.
Agregó que cada semilla de árboles frutales del programa Sembrando Vida son un símbolo de lo que debe ser el futuro de nuestro país y motivo para regresar a mirar al campo como el motor del desarrollo y la preservación de nuestra identidad y cultura.
Hugo Raúl Paulín Hernández, subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría de Bienestar, destacó que se trata de una estrategia de desarrollo rural, que promueve el trabajo colectivo y el autoempleo en estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Morelos, Michoacán y Tlaxcala.
El funcionario indicó que es un proyecto eficaz, que está conformado por 18 mil grupos en todo el país, 18 mil comunidades de aprendizaje de campesinos que trabajan de manera coordinada y solidaria.
Además, dijo, ha sido una oportunidad para reconocer el trabajo y la participación de la mujer campesina en el campo mexicano.
Paulín Hernández indicó que después de seis años de esta inversión del Gobierno Federal en el campo, deja frutos, una fuente de trabajo e ingreso para campesinos que participaron en este proyecto.
Por ello, enfatizó, que propondrán que en el país haya más hectáreas vinculadas a Sembrando Vida, porque ha demostrado que, gracias al trabajo de las sembradoras y sembradores, el campo mexicano puede crecer y transitar hacia adelante.
Ahora, acotó, hay producción para el autoconsumo y hay un excedente que le genera riqueza a los productores.
Geni González Iglesias, sembradora de “Tixtoca Nemeliztlik”, del municipio de Tixtla, Guerrero, dijo que Sembrando Vida ha sido trascendente y ha generado conciencia social y un trabajo que ha transformado la vida de muchos campesinos, que gracias a esta iniciativa ahora muchos se autoemplean y la economía ha mejorado en muchos hogares