De acuerdo con un estudio realizado por Save the Children sobre “Niñas en Movilidad en México y Centroamérica”, uno de los factores detonantes de la migración de niñas y adolescentes desde Centroamérica hacia México y los Estados Unidos, es justamente la violencia sexual y de género, misma que se replica durante su tránsito y en el lugar de destino.
En el contexto del desplazamiento, existen además formas interseccionales de discriminación que incrementan la vulnerabilidad y los riesgos de violencia para mujeres y niñas con orientaciones sexuales, identidades o expresiones de género diversas, mujeres y niñas con discapacidad, y mujeres y niñas indígenas, entre otras.
La pandemia del COVID-19 ha exacerbado estos riesgos y ha hecho más difícil el acceso a servicios, principalmente los de salud, debido al cierre de espacios de recepción, las restricciones a la movilidad, el limitado acceso a centros de salud y la disminución de oportunidades socioeconómicas. Entre los riesgos a los que se enfrentan mujeres y niñas refugiadas, migrantes y desplazadas se destacan la violencia familiar, la violencia sexual, embarazos forzosos o no deseados, violencia institucional, violencia psicológica, lesbofobia, bifobia y transfobia, además de reducido acceso a servicios de atención contra la violencia sexual, el aumento significativo de responsabilidades de cuidado, entre otras.
En virtud de lo anterior, desde este Sub-Grupo instamos a que los servicios de atención a la salud y de repuesta a la violencia sexual y basada en género se mantengan como esenciales en todo momento de la contingencia sanitaria, que sean accesibles y aseguren la atención de calidad y sin discriminación a mujeres y niñas, y que se garantice que las organizaciones y los programas específicos para la atención de violencia de género y para el desarrollo de mujeres y niñas – incluyendo mujeres y niñas refugiadas, solicitantes de asilo, migrantes y desplazadas – tengan los fondos suficientes para responder al impacto exacerbado que la contingencia ha tenido en esta población.
Fuente: ACNUR