La necesidad de asistir a las personas que se han visto obligadas a dejar todo atrás para salvar sus vidas es cada vez mayor y la agencia de la ONU que las ayuda no cuenta con los recursos suficientes para responder a la magnitud de las carencias. Este año opera con un déficit de 650 millones de dólares y las perspectivas para 2024 son sombrías, dice el responsable del organismo, que apunta a los conflictos como la causa principal de que la gente huya de sus comunidades.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó este lunes que en la actualidad hay en el mundo unos 110 millones de personas desplazadas por la fuerza y expresó gran preocupación por el déficit de 650 millones de dólares correspondiente a 2023, que le impide brindar responder en la escala requerida por las enormes necesidades humanitarias de esa gente.
Peor aún, el Alto Comisionado titular de ACNUR, adelantó que las perspectivas para el año entrante son “todavía más inquietantes y peligrosamente bajas”.
Filippo Grandi aseguró que ACNUR encara uno de los momentos más difíciles de sus 70 años de historia. “Nunca había estado tan preocupado en mis casi ocho años en este cargo”, dijo.
Las aseveraciones de Grandi, expuestas ante el órgano rector de ACNUR, se producen en medio de una serie de conflictos -como el de Sudán, Ucrania o Siria-, que han impulsado los desplazamientos a niveles récord.