A pesar de no estar visibilizada como algo real, cuando menos 9 millones de mujeres mexicanas viven diariamente la violencia digital, que es como un tatuaje que se lleva siempre, advirtió la activista Olimpia Coral Melo.
En entrevista con el Centro de Información de las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana, la activista poblana advirtió que una de cada 5 mujeres en el mundo vive en países donde es poco probable que se legisle la violencia sexual por internet.
La causa, explicó, es que este fenómeno aún se percibe como algo que no es real.
“La violencia sexual en internet es como si tuvieras un tatuaje siempre en tu cuerpo, que no puedes borrarlo, que siempre te estigmatizan, te prejuician y además te juzgan a ti”, reflexionó.
Un hito legal
Coral Melo es una de las luchadoras sociales más activas en el país contra la violencia de género en entornos digitales, que implica que una persona distribuya fotografías o videos íntimos de otra sin contar con su consentimiento o autorización.
De hecho, fue una de las principales impulsoras de la llamada Ley Olimpia, conocida así en honor a su lucha y la de miles de mujeres, que contempla la inclusión del delito de violencia digital y la violencia en los medios de comunicación en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y su tipificación en el Código Penal Federal.
La reforma se aprobó en 2020 en el Congreso de la Unión para establecer que la violencia digital es toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías para exponer, distribuir, difundir, exhibir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar o compartir imágenes, audios o videos de contenido sexual de una persona sin su consentimiento.
También se le considera violencia digital a los hechos que ocasionen daño psicológico o emocional a las mujeres tanto en su vida privada como en su imagen; o los actos dolosos que las dañen en su intimidad, privacidad o dignidad y que se cometan a través de dichas tecnologías.
La violencia mediática se comete cuando cualquier medio de comunicación promueve estereotipos sexistas, hace apología de la violencia contra las mujeres y las niñas, produce o permite la producción y difusión de discurso de odio sexista, discriminación de género o desigualdad entre mujeres y hombres, que cause daño a las mujeres y niñas.
La legislación establece penas de 3 a 6 años de prisión para los agresores, y obliga a las páginas de internet y redes sociales a bloquear los contenidos, así como avisar de manera inmediata a los usuarios cuando incurran en violaciones a la ley.
8 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia digital
En el marco de la conmemoración del 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Natalia Kanem, advirtió que la violencia digital se ha extendido de forma devastadora.
“Es implacable, se suele ejercer de forma anónima y no tiene fronteras. Según algunas estimaciones, el 85% de las mujeres han sufrido violencia digital o han sido testigos de ella. Como ocurre con otras formas de violencia, las supervivientes pueden presentar desasosiego, depresión o pensamientos suicidas”, dijo en un comunicado que se publicó hoy.
La violencia digital adopta muchas formas. Los agresores pueden amenazar y acosar a mujeres en línea. Pueden, sin su consentimiento, añadir fotos de rostros de mujeres y niñas a cuerpos sexualizándolos y difundirlas ampliamente en las redes sociales durante años.
Es momento de visibilizar la violencia digital
Olimpia Coral, quien fue víctima de la violencia digital, consideró que luego de que se aprobaron las reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, es momento de visibilizar este tipo de violencia como algo real, y que la no revictimización sea un aspecto fundamental de las políticas públicas.
“Y además, la unión desde el amor y la resiliencia. Yo les pido no revictimizarlas, no juzgarlas y comenzar a generar una nueva cultura, un nuevo código, que los cuerpos desnudos de las mujeres no son un crimen. Criminales, quienes difunden, comparten, distribuyen y hoy, en mi país y espero que en todo el mundo, se castigue y visibilice la violencia digital como algo real”.