Científicos han identificado las posibles fuentes de calor que sostienen el gas ardiente que rodea el disco de la Vía Láctea. Según un estudio del Instituto de Investigación Raman (RRI) y colaboradores, las explosiones de supernovas en regiones de formación estelar son responsables de calentar el gas a temperaturas extremas. Este proceso genera una región inflada alrededor del disco galáctico, emitiendo señales de rayos X que también interactúan con la luz de cuásares distantes.
El gas caliente, con temperaturas que alcanzan los diez millones de grados Kelvin, está enriquecido por elementos sintetizados en estrellas masivas. Estas explosiones no solo mantienen vivo el gas que rodea la galaxia, sino que también generan un flujo turbulento que puede enfriarse y volver al disco o escapar al medio interestelar. Este fenómeno explica las débiles emisiones de rayos X detectadas y el patrón de absorción en los espectros de cuásares.
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El equipo planea continuar explorando estas señales en distintas frecuencias para refinar sus modelos. Estas investigaciones, publicadas en el Astrophysical Journal, ofrecen nuevas perspectivas sobre la dinámica de la formación estelar y el impacto de las supernovas en el entorno galáctico.