Para hablar de La Catrina, necesariamente debemos mencionar a José Guadalupe Posada y Diego Rivera; dos grandes personajes que hicieron famosa a nivel mundial “La Calavera Garbancera”, como fue llamada originalmente.
José Guadalupe Posada trabajó incansablemente en la prensa dirigida a los campesinos. Siempre fue crítico en cuanto a la desigualdad e injusticia social en aquella entonces sociedad porfiriana, donde describía al pueblo mexicano con originalidad a través de dibujos, ilustraciones y caricaturas. Fue así como retrató las creencias y formas de vida cotidiana de los grupos populares, criticando el abuso del gobierno con sentido del humor, y gran dramatismo.
De esta manera, crea “La Calavera Garbancera”, nombrada así en alusión a los productores de garbanzo de esa época, los cuales eran de sangre indígena y de vestimenta elegante, pretendiendo aparentar el estilo de vida europeo.
A pesar de su amplio trabajo y variada obra, Posada no fue reconocido sino hasta después de su muerte, específicamente por Diego Rivera, quien describió su trabajo como verdadero arte popular, dándole gran difusión a su obra.
En la época del Porfiriato surge aquel personaje bien vestido y elegante, generalmente acompañado del brazo por una dama con las mismas características, llamado “catrin”.
La leyenda de la flor de CEMPASÚCHIL
A partir de ese momento, el famoso muralista Rivera, acopla “La Calavera Garbancera”, vistiéndola elegantemente, en “La Catrina” y la plasma en su obra «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central», sin saber que se convertiría en el ícono del Día de Muertos en la cultura mexicana.
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Actualmente, celebrar el Día de Muertos en México, no sería lo mismo sin “La Catrina”, quien a sus 118 años sigue luciendo elegante, bebiendo pulque, estelarizando las fiestas y más “viva” que nunca en nuestras tradiciones.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) te invita a celebrar estos días con el gran orgullo que el ser mexicanos y mexicanas implica; llenos de tradición y cultura que sobrepasa fronteras y el tiempo.
Y recuerda que… “La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”- José Guadalupe Posada
