Las herramientas de inteligencia artificial no son infalibles y, en el caso de la sanidad, su nivel de eficiencia depende de que se hayan elaborado según una serie de parámetros científicos y éticos. Sólo deben usarse herramientas basadas en algoritmos transparentes o conocidos.
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta muy útil que alcanza ya directa o indirectamente todos los ámbitos de la vida moderna. La salud no es una excepción e indudablemente la medicina se ha beneficiado de las tecnologías digitales pero, al igual que en todos los campos, las ventajas que ofrecen también conllevan riesgos que se deben atajar.
Las herramientas de inteligencia artificial no son infalibles y, en el caso de la sanidad, su nivel de eficiencia depende de que se hayan elaborado según una serie de parámetros científicos y éticos.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido en repetidas ocasiones que el uso inadecuado de la inteligencia artificial puede perjudicar a los pacientes mediante un diagnóstico erróneo o un tratamiento equivocado, por eso, las herramientas se pueden usar, pero las decisiones siempre deben estar a cargo de un trabajador sanitario capacitado.
El jefe de Sistemas de Información y Salud Digital de la Organización Panamericana de la Salud, Marcelo D´Agostino, habló con Noticias ONU sobre la historia de la inteligencia artificial en la medicina, sus aplicaciones actuales, riesgos y maneras de encararlos.