El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su desacuerdo con el informe reciente del Departamento de Estado de los Estados Unidos respecto a la situación de los derechos humanos en México, criticando lo que considera una continuidad de la Doctrina Monroe. Durante su conferencia matutina, el mandatario cuestionó la postura del informe y enfatizó la necesidad de respeto mutuo a la soberanía nacional.
“Ellos deben ser respetuosos, como nosotros no intervenimos ni evaluamos la situación interna de Estados Unidos”, declaró López Obrador, refiriéndose a diversas situaciones controvertidas en Estados Unidos, como los procesos judiciales contra el ex-presidente Trump, el manejo del fentanilo, y la situación de Julian Assange.
En temas de legislación interna, López Obrador defendió la propuesta de Ley de Amnistía, argumentando que facilitaría la resolución de casos de violaciones de derechos humanos, como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, al incentivar a testigos o implicados a compartir información relevante a cambio de amnistía.
El presidente criticó también la reacción de la oposición a esta ley, asegurando que no se busca actuar de manera autoritaria ni liberar arbitrariamente a delincuentes, sino resolver asuntos pendientes de manera colaborativa.
López Obrador no descartó la aplicación de esta ley en casos como el de Israel Vallarta, detenido sin sentencia desde hace más de una década, lo que el presidente considera una posible violación de derechos humanos.
Finalmente, el mandatario cuestionó la coherencia de las críticas de Estados Unidos, señalando contradicciones en su política migratoria y su financiamiento a organizaciones como Mexicanos contra la Corrupción, lo cual describió como una forma de subversión contra su gobierno.
La administración de López Obrador continuará abordando estos desafíos, manteniendo un enfoque en la soberanía nacional y la mejora continua de los derechos humanos dentro de México.