La Organización Mundial de la Salud dijo que es “preocupante” que Sudáfrica haya suspendido temporalmente el uso de la vacuna de Oxford-AstraZeneca tras conocerse un estudio que demuestra que es mínimamente eficaz para prevenir las formas leves y moderadas de la variante del virus SARS-CoV-2 identificada en ese país.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus dijo que hay algunos aspectos importantes que se deben tener en cuenta.
“Dado el tamaño de muestra limitado del ensayo y el perfil más joven y saludable de los participantes, es importante determinar si la vacuna sigue siendo eficaz para prevenir la enfermedad cuando se manifiesta de manera grave”, explicó durante la conferencia bisemanal de la Organización.
La científica jefa de la OMS, la doctora Soumya Swaminathan, dijo que no era momento de adelantarse y concluir que la vacuna de AstraZeneca no servía contra la variante denominada B.1.351, sino que el estudio pequeño realizado daba indicaciones de que es necesario hacer uno más amplio.
Sudáfrica, anunció que mientras estudia más ampliamente la vacuna de Oxford, comenzará su plan de vacunación con la de Johnson & Johnson.
“Aunque la eficacia general de la vacuna AstraZeneca es del 67%, contra la variante de Sudáfrica es del 22%. No queremos terminar en una situación en la vacunamos a millones de personas con una vacuna que no va a reducir las hospitalizaciones, por ahora vamos a retrasar su uso”, aseguró el epidemiólogo sudafricano Salim Abdool Karim.
La importancia de más estudios
La iniciativa COVAX de la OMS para la distribución equitativa de vacunas a nivel mundial emitió un comunicado al respecto señalando que es importante recordar que el análisis primario de los datos de la Fase III de los ensayos clínicos han demostrado hasta ahora, en el contexto de entornos virales sin la variante de Sudáfrica, que la vacuna AstraZeneca/Oxford ofrece protección contra la manifestación más grave de la enfermedad, lo que evita la hospitalización y la muerte.
“Esto significa que ahora es de vital importancia determinar la efectividad de la vacuna cuando se trata de prevenir los casos más graves (del COVID-19) causados por la variante B.1.351. Los estudios adicionales también nos permitirán confirmar el calendario de vacunación óptimo y su impacto en la eficacia de la vacuna”, asegura el comunicado.
La Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias CEPI, que hace parte de COVAX, además anunció fondos para una investigación clínica adicional con el objetivo de optimizar y extender el uso de vacunas existentes, que podrían incluir estudios de “mezcla y combinación” de diferentes vacunas utilizadas conjuntamente que puedan mejorar la calidad y la fuerza de la respuesta inmunitaria. Estos estudios podrían resultar útiles para optimizar el uso de las vacunas disponibles, incluida la de Oxford/AstraZeneca.