Los paquetes de medidas implementadas por los gobiernos para impulsar la reactivación económica pospandemia son una oportunidad para reorientar el estilo de desarrollo hacia uno más sostenible e incluyente, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la inauguración de la Semana del Clima 2021.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas fue una de las oradoras principales de la sesión de apertura del encuentro regional que reúne de forma virtual a representantes de gobiernos, líderes del sector privado y de la sociedad civil para entablar diálogos orientados a la búsqueda de soluciones, y mostrar la acción climática necesaria, con miras a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26, prevista para el próximo mes de noviembre en Glasgow (Reino Unido).
Junto a Alicia Bárcena, participaron en la inauguración Orlando Jorge Mera, Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana; Carolina Schmidt, Ministra de Medio Ambiente de Chile; Max Puig, Vicepresidente Ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático de República Dominicana; Carlos Felipe Jaramillo, Vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe; Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; Luis Felipe Lopez-Calva, Director Regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y Piedad Martin, Directora Regional Adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Durante su participación, vía mensaje de video, la máxima representante de la CEPAL afirmó que la pandemia del COVID-19 ha evidenciado y exacerbado las grandes brechas estructurales de la región, pero también ha develado que la crisis sanitaria no es ajena al cambio climático y que, por el contrario, los impactos de ambos flagelos tienen estrecha semejanza.
Añadió que las tasas de descarbonización en América Latina y el Caribe son insuficientes para alcanzar los objetivos climáticos comprometidos en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) y para estar en línea con los esfuerzos que son consistentes con el llamado de la ciencia para evitar que el aumento de la temperatura supere los 1.5oC.
“Tenemos que hacer compatible la necesidad de aportar al Acuerdo de París al mismo tiempo que aumentamos el progreso técnico, satisfacemos los objetivos económicos y las metas sociales”, subrayó.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas advirtió que la fuerte inversión pública que están ejecutando los países, y que busca generar empleo y dinamizar la demanda, debe estar focalizada en actividades más resilientes y bajas en carbono.
“América Latina, con sus medidas frente a la emergencia, no está contribuyendo en forma sustantiva a un futuro más verde. Estos paquetes de recuperación nos mantienen en la senda insostenible y no fomentan el cambio estructural, manteniendo la incoherencia entre los objetivos de crecimiento, reducción de la pobreza y sostenibilidad”, afirmó.
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Alicia Bárcena subrayó que la CEPAL propone una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad. Para ello, la Comisión ha identificado ocho sectores para el Gran Impulso para la Sostenibilidad. Estos son la transición hacia energías renovables, electromovilidad sostenible en ciudades, la revolución digital inclusiva, la industria manufacturera de la salud, la bioeconomía, la economía del cuidado, la economía circular, y el turismo sostenible.
“Estos sectores contribuirían a lograr tasas de crecimiento en 3 dimensiones al mismo tiempo: una compatible con la restricción externa, es decir, sustituyendo algunas importaciones críticas, otra en la búsqueda de la igualdad como objetivo clave del desarrollo transfiriendo del 1% más rico al 1% más pobre vía fiscal u otros mecanismos, y tercero, una tasa que sea compatible con los límites planetarios”, explicó.
En su mensaje, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL subrayó la importancia de la restauración de las funciones de la naturaleza y de la integridad de los ecosistemas como ejes primordiales para lograr resiliencia y adaptación en la región.
Asimismo, hizo especial mención a la situación que enfrentan los países del Caribe que, además de estar altamente endeudados y ser muy vulnerables al cambio climático, requieren de acción climática dirigida a proteger los océanos, las costas y, sobre todo, al bienestar de su población.
“Esto significa aliviar su deuda para aumentar la capacidad de inversión en resiliencia y adaptación, elementos claves para su recuperación”, afirmó.
Finalmente, Alicia Bárcena instó a establecer reglas claras, metas y responsabilidades para la acción climática con el fin de evitar costos sociales y apropiaciones privadas que podrían acabar reduciendo el espacio fiscal para atender a los grupos humanos más vulnerables y aumentando las desigualdades.