En un informe publicado previo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, el FIDA alerta que las personas más vulnerables del mundo no podrán adaptarse al cambio climático, ni producir alimentos de manera sostenible.
Roma, 7 de octubre de 2021 – Según revela un informe publicado hoy por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, si la pérdida de biodiversidad continúa, las personas más vulnerables del mundo no podrán adaptarse al cambio climático ni producir alimentos de manera sostenible.
En el informe también se detalla el papel de los pequeños productores rurales en la protección de la biodiversidad.
En el informe (titulado Biodiversity Advantage – Thriving with Nature: Biodiversity for Sustainable Livelihoods and Food Systems) se expone el riesgo que sufren los pequeños productores rurales, que constituyen la mayor parte de la población mundial que sufre los efectos de la pobreza y el hambre, cuando la biodiversidad está en peligro.
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Se calcula que el 80% de las necesidades de las personas pobres del mundo, incluida su capacidad para llevar a cabo actividades agropecuarias y generar ingresos, están vinculadas a los recursos biológicos.
Sin embargo, la pérdida de biodiversidad se está agravando: un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción y 31 especies se declararon extinguidas solo durante el año pasado.
Irónicamente, pese a ser un sector que puede sufrir enormemente debido a la pérdida de biodiversidad, la agricultura es la principal causante de esa pérdida de biodiversidad, sobre todo a partir de su expansión e intensificación.
Un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción y 31 especies se declararon extinguidas solo durante el año pasado.
“Nos encontramos en un momento crítico. La pérdida de biodiversidad nos impedirá luchar contra el cambio climático o el hambre”, declaró la Dra. Jyotsna Puri, Vicepresidenta Adjunta encargada del Departamento de Estrategia y Conocimientos del FIDA que elaboró el informe.
“Sabemos que la agricultura a gran escala amenaza la biodiversidad. Por otro lado, los pequeños productores protegen nuestros recursos naturales. Cuando se protege la biodiversidad, los ecosistemas son saludables y diversos, y los agricultores disfrutan de una mayor producción y resiliencia al cambio climático”.
La biodiversidad favorece la producción de alimentos mediante la formación de suelos, la productividad de la tierra, el control de plagas y enfermedades, la regeneración de agua subterránea y la polinización. Elementos biológicos como los manglares y los arrecifes de coral son barreras que reducen el riesgo de desastres naturales.
El aumento de la biodiversidad agrícola en las pequeñas explotaciones permite obtener suelos más saludables y productivos, que secuestran una mayor cantidad de carbono, y supone una importante contribución acumulativa al almacenamiento de carbono.
En el informe, publicado antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP-15) que comienza el 11 de octubre, también se indica que las inversiones en biodiversidad contribuyen a la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, y la mejora de la nutrición.
La biodiversidad favorece la producción de alimentos con la formación de suelos, productividad de la tierra, control de plagas y enfermedades, regeneración de agua subterránea y polinización.
A partir de los estudios de caso, en el informe se muestra que las inversiones en la protección y mejora de los ecosistemas pueden generar más beneficios para los pequeños productores y el medio ambiente.
Por ejemplo, en Kenia, la restauración de los bosques degradados ha mejorado la captación de agua de lluvia, por lo que ha aumentado el suministro de agua y su calidad, además de la productividad de los agricultores.
En Burkina Faso, distintas técnicas agroecológicas y la plantación de árboles han servido para mejorar las cosechas y la resiliencia al clima, y han contribuido al almacenamiento de más de 1.7 millones de toneladas de dióxido de carbono.
“Si no se tiene presente la naturaleza cuando se invierte en el desarrollo, estamos malgastando dinero”, declaró Puri.
Como parte de su propio aumento de las inversiones a favor de la biodiversidad, el FIDA anunció el mes pasado su compromiso de destinar, de aquí a 2030, el 30% de su financiación para el clima a las soluciones basadas en la naturaleza en la esfera de la agricultura rural en pequeña escala.
Este tipo de soluciones promueven la conservación, la gestión y el restablecimiento proactivos de los ecosistemas naturales y la biodiversidad a fin de contribuir a afrontar los desafíos ligados al cambio climático, la seguridad hídrica y alimentaria y la salud de las personas.