El ejército de Birmania declaró estado de emergencia y tomó el control político del país durante un año, luego de detener a varios miembros del gobierno, entre elloss la jefa de facto del gobierno Aung San Suu Kyi.
Cinco camiones militares se desplegaron en el recinto del ayuntamiento y los soldados hacían retroceder a las personas en la entrada, según medios intenacionales.
Estados Unidos hizo un llamado a los militares a liberar a los dirigentes detenidos, incluyendo la nobel y antiguo icono de la democracia, Aung San Suu Kyi, jefa de facto del gobierno.
La lucha de Suu Kyi por la democratización de Birmania recibió el apoyo internacional a través de numerosos premios: recibió el Premio Rafto; en 1990, el Premio Sájarov por la libertad de pensamiento y en 1991, el Premio Nobel de la Paz. En 1992 recibió el Premio Jawaharlal Nehrupara para el entendimiento internacional, otorgado por el Gobierno de India y el Premio Internacional Simón Bolívar, por el Gobierno de Venezuela.