(El País).- El voluntario de la catedral San Pedro y San Pablo arrestado en relación con el incendio del templo gótico de esta ciudad francesa la semana pasada y posteriormente puesto en libertad sin cargos ha acabado confesando ante un juez ser el autor del fuego que causó graves daños a la basílica y la destrucción de un valioso órgano barroco. El hombre de origen ruandés, que ejercía como monaguillo y era uno de los encargados de cerrar la catedral por las noches, ha sido imputado esta madrugada por “destrucciones y degradaciones por incendio” y enviado a prisión provisional.
Durante el interrogatorio ante el juez de instrucción reconoció, según explicó el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, al diario local Presse Océan, que “prendió los tres fuegos en la catedral: en el gran órgano, en el pequeño y en un panel eléctrico”. La gran duda, hasta ahora no aclarada, es el motivo de este acto.