Teherán.– Irán e Israel continúan intensificando su confrontación militar con ataques aéreos recíprocos, en una escalada sin precedentes que ha dejado más de 80 muertos y cientos de heridos, y que incrementa el temor de una guerra a gran escala en Medio Oriente.
El viernes, Israel lanzó su mayor ofensiva aérea contra territorio iraní, alcanzando más de 100 objetivos, entre ellos instalaciones nucleares, bases militares y puntos estratégicos en ciudades como Natanz, Tabriz y Teherán. La operación, que involucró cientos de aviones y que, según The Cradle, fue planeada con ocho meses de antelación por el Mossad, dejó al menos 78 muertos y más de 320 heridos, según cifras preliminares.
En respuesta, Irán activó la operación Verdadera Promesa 3 y disparó más de 150 misiles hacia diversas regiones israelíes, de los cuales varios impactaron en Tel Aviv y Gush Dan. El ataque dejó al menos tres muertos y más de 70 heridos, de acuerdo con reportes oficiales. Un misil alcanzó incluso el corazón militar de Israel: el barrio de HaKirya, donde se ubican el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor de las fuerzas armadas.
Según medios iraníes, la defensa antiaérea derribó dos aviones de combate F-35 israelíes y varios drones, además de haber capturado a una piloto. También se reportaron daños menores en plantas de enriquecimiento de uranio en Fordo e Isfahán. Además, se registró un incendio en el aeropuerto internacional Mehrabad de Teherán.
Por su parte, Israel aseguró haber destruido una base aérea en Tabriz, además de varias instalaciones militares y de defensa antiaérea en Teherán. En Tel Aviv, se ordenó la evacuación de edificios dañados, mientras las sirenas antiaéreas se activaban constantemente.
En reacción a los ataques, miles de personas en Teherán salieron a las calles exigiendo venganza. En Yemen, los hutíes transmitieron los bombardeos iraníes en vivo, lo que generó celebraciones públicas.
El líder supremo de Irán, ayatola Alí Jamenei, advirtió que “las puertas del infierno se abrirán” para Israel. El nuevo comandante de la Guardia Revolucionaria, Mohamad Pakpur, aseguró que no habrá impunidad por los “crímenes” cometidos. El canciller iraní, Abbas Araqchi, exigió a la Unión Europea que condene los ataques israelíes a instalaciones nucleares y zonas residenciales.
Desde Jerusalén, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que su país no lucha contra el pueblo iraní, sino contra un régimen “débil y criminal”. Aseguró que la operación militar se extenderá “todos los días que sean necesarios”, aunque fuentes del gabinete israelí indicaron que se han planificado 14 días de enfrentamientos.
La comunidad internacional observa con preocupación el rápido deterioro de la situación en Medio Oriente, con analistas advirtiendo que una escalada mayor podría desatar un conflicto regional de consecuencias impredecibles.