Washington, D.C. La guerra comercial global prometida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado oficialmente. Con la imposición de nuevos aranceles de hasta 50 por ciento a bienes importados de decenas de países, la Casa Blanca ha dado un giro radical a las reglas del comercio internacional, lo que ha generado alertas de recesión, caídas bursátiles y tensiones diplomáticas con aliados históricos de Washington.
Los aranceles afectarán productos clave como automóviles, ropa y tecnología, elevando los precios al consumidor y provocando una reacción inmediata en los mercados financieros. Este jueves, el promedio industrial Dow Jones cayó 1,394 puntos, su mayor desplome desde el inicio de la pandemia en 2020. El dólar estadounidense también retrocedió frente a otras monedas, reflejo de la preocupación global por el rumbo económico de EE.UU.
Impacto global y nuevas tarifas
Los nuevos aranceles base de 10%, que Trump ha definido como parte de su “arancel universal”, se aplican incluso a países con superávits comerciales con Estados Unidos, como Reino Unido y Argentina. Sin embargo, los gravámenes más altos han sido dirigidos a territorios de menor peso comercial, como Lesoto (50%) y San Pedro y Miquelón.
Los aranceles a China alcanzan un nivel sin precedentes, acumulando cargas que llegan hasta 70% si se consideran las impuestas durante su primer mandato y las del expresidente Joe Biden, según Capital Economics.
Fin del orden comercial global
La medida rompe con décadas de cooperación multilateral iniciadas en los años 80 y 90, cuando EE.UU. y más de 120 países acordaron un marco común de comercio global. Ahora, Trump acusa a esos mismos socios de haber “saqueado” la economía estadounidense.
“Nuestro país ha sido saqueado, expoliado, violado y expoliado”, dijo el mandatario durante su anuncio en el Rosedal de la Casa Blanca.
El Laboratorio de Presupuesto de Yale estima que las nuevas tarifas elevan la tasa arancelaria efectiva promedio de EE.UU. a 22.5%, el nivel más alto desde 1909, incluso por encima del infame arancel Smoot-Hawley que agravó la Gran Depresión.
Costos para los hogares y efecto inflacionario
Según Yale, los aranceles de Trump costarán a los hogares estadounidenses cerca de 3,800 dólares anuales, elevando los precios al consumidor en un 2.3%. Sólo las medidas anunciadas el “Día de la Liberación”, como lo llama la Casa Blanca, agregarían 1.3% a la inflación, afectando productos como la ropa, cuyos precios podrían subir hasta 17%.
“Esto es un cambio de juego, no sólo para EE.UU., sino para la economía global”, advirtió Olu Sonola, economista de Fitch Ratings, quien pronostica recesiones en múltiples países si las medidas se mantienen.
México y Canadá: los ganadores
En contraste con la mayoría de las naciones afectadas, México y Canadá fueron excluidos de los nuevos aranceles, gracias a las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La Casa Blanca confirmó que las importaciones que cumplen con el tratado seguirán libres de gravámenes, y que otros productos podrían ver reducciones tarifarias si ambos países fortalecen su cooperación en migración y combate al narcotráfico.
“Los ganadores obvios fueron Canadá y México”, apuntaron los analistas Neil Shearing y Paul Ashworth de Capital Economics.
Un modelo económico que retrocede al siglo XIX
Trump ha sugerido su deseo de sustituir gradualmente el sistema de impuestos sobre la renta por recaudaciones vía aranceles, como ocurría antes de la enmienda constitucional de 1913. En 2024, los aranceles representaron menos del 2% de los ingresos federales, frente al 51% del impuesto sobre la renta y el 36% de aportaciones al Seguro Social y Medicare.
Analistas señalan que esta estrategia podría frenar el crecimiento económico, retrasar inversiones y generar un efecto dominó global, afectando tanto a economías desarrolladas como a países en desarrollo, incluidos aliados como Taiwán (32%) y naciones con bajos ingresos per cápita como Camboya (49%) y Lesoto (50%).