“Sobrevivir mucho tiempo en un país que tiene 200 millones de entrenadores de la Seleção es imposible”, resumió Luiz Felipe Scolari sobre el que muchos consideran el puesto más exigente que hay en el fútbol.
Sobrevivir bajo el severo escrutinio de los insaciables hinchas de Brasil es, en efecto, similar a sobrevivir en el desierto de Lut. Para los brasileños, sencillamente, no es suficiente con ganar. Hay que ganar con un garbo y una autoridad inconmensurables.
Mario Zagallo fue el octavo seleccionador de Brasil en los cinco años previos a México 1970. En 1991, Carlos Alberto Parreira fue el cuarto que ocupó el cargo en poco más de un año. Diez años después, Scolari se convirtió en el cuarto en nueve meses… Históricamente, solo un hombre –Flavio Costa, que se mantuvo al frente entre 1944 y 1950– ha durado más de cinco años en el banquillo de la Canarinha.
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Sin embargo, ahora está listo para emularlo un técnico que no solo está sobreviviendo en ese azaroso puesto, sino también prosperando. De 52 partidos, Tite ha ganado 38 y únicamente ha perdido 4. Es más, Brasil se mantiene invicto en sus últimos 21 partidos de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA™, incluidas 16 victorias.
El técnico de 59 años ha dirigido el mejor comienzo de Brasil en unas eliminatorias mundialistas, superando las cifras que lograron Júnior, Sócrates, Zico y compañía en 1981. Y en un país donde, para muchos, el futebol-arte es tan primordial como los tres puntos, está logrando saciar a los insaciables.
Tite hizo un hueco en su apretada agenda –ve y analiza partidos con la regularidad que otros brasileños beben café– para conversar con FIFA.com sobre los próximos duelos contra Colombia y Argentina; sobre Diego Armando Maradona, Neymar, Philippe Coutinho y Alisson, sobre su admiración por Kevin De Bruyne y la Italia de Roberto Mancini; y sobre por qué se tomó un año fuera de los banquillos para estudiar el deporte rey.
Fuente: FIFA