(El Sol de México).- Tatiana no solo es pionera, sino la primera mujer latinoamericana en correr la F1. No hay otras mujeres en su disciplina.
Su afición comenzó a los nueve años de edad con un turno de cinco minutos en los karts, junto a su hermana. Ella narra que ha manejado cuatro veces un F1 y lleva cuatro en el equipo Alfa Romeo Racing-ORLEN.
Sin embargo, no ha sido fácil, porque tuvo que adaptar la monoplaza; explica que no es un tema de capacidad o fuerza, sino de física, por ejemplo, su talla: «Eso hace mucha diferencia en las décimas de segundos que son necesarias en este deporte. Las mujeres tenemos menos masa muscular».
Para ser piloto se requieren reflejos, capacidad de reacción y entrenamiento específico, por lo que sigue trabajando para convertirse en piloto titular. Porque reconoce que, aunque eventualmente ser mujer tiene una ventaja en marketing, en el resto de las cosas no.