El Gran Premio de la Ciudad de México se ha consolidado como la gran fiesta de Sergio «Checo» Pérez, ídolo de los aficionados que llenan año con año el Autódromo Hermanos Rodríguez. Sin embargo, en esta edición, un segundo mexicano, Patricio «Pato» O’Ward, se sumó a la emoción al participar en las prácticas libres para McLaren, despertando gran expectativa entre los asistentes.
Desde tempranas horas, los fanáticos vestidos de Red Bull y Checo Pérez se apresuraron para no perderse la oportunidad de ver a O’Ward en el monoplaza de Lando Norris. Dos pilotos mexicanos en el mismo circuito es un acontecimiento raro, y la presencia de O’Ward añadió un toque especial al fin de semana, resaltando la creciente representación de México en el automovilismo mundial.
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O’Ward, con experiencia en el Autódromo Hermanos Rodríguez, se sintió cómodo en la pista que conoce bien, habiendo logrado tres podios en la Fórmula 4. El piloto mexicano aportó valiosos datos sobre la configuración del monoplaza a gran altitud, donde la menor resistencia aerodinámica y la resbalosidad de la pista son desafíos únicos de esta sede.
