Ciudad de México – El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su descontento con el primer debate presidencial entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Javier Álvarez Máynez. El mandatario acusó que las preguntas formuladas durante el debate estaban impregnadas de la narrativa de sus opositores y medios de comunicación adversos, destinadas a atacar a su gobierno.
Acompañado por gobernadores y la Jefa de Gobierno afines a Morena y partidos aliados, López Obrador argumentó que, a pesar de lo que considera una estrategia en su contra, su administración no fue desacreditada durante el evento. «No hablaron del partido, de lo que se ha hecho en el combate a la corrupción. Todo fue a tabla rasa», criticó el Presidente.
El jefe del Ejecutivo aprovechó la oportunidad para destacar los esfuerzos de su gobierno para erradicar la corrupción y mencionó el trabajo de moderación realizado por la periodista Denise Maerker durante el debate. López Obrador señaló cambios significativos en su administración, como el fin de la condonación de impuestos a grandes corporaciones, y la eliminación de prácticas corruptas en el sector salud.
Además, defendió el papel de sus conferencias matutinas como un medio para ejercer el derecho de réplica y enfatizó la inteligencia y conciencia del pueblo mexicano. «Podemos resistir todos los embates, las campañas de calumnia que surgen de México y vienen del extranjero», dijo, haciendo referencia a críticas y campañas en redes sociales, incluyendo ataques por parte de medios internacionales como The New York Times.
Este pronunciamiento refleja las tensiones entre el gobierno actual y sectores de la oposición y medios de comunicación, en el contexto del proceso electoral en curso.