Según un estudio de la Universidad de Ohio, liderado por Carol Bruess y Judy Pearson arrojó que el uso de apodos en una relación ayuda a fortalecer el vínculo y a brindar un sentido de felicidad y satisfacción en la relación.
Varias parejas casadas con varios años de relación, fueron encuestadas y aquellas que se hablaban con apodos sentían que a su pareja les importaba mucho su relación.
Los apodos sirven para sostener una comunicación más cariñosa, siendo respeto y admiración su mayor cualidad.