El langur de Cat Ba, un primate endémico de Vietnam, ha desarrollado adaptaciones genéticas únicas que le permiten sobrevivir en un entorno aislado y desafiante, como la capacidad de beber agua salada. Un reciente estudio del Centro Alemán de Primates y el Zoológico de Leipzig destaca cómo esta característica es fundamental para su supervivencia en una isla con fuentes limitadas de agua dulce.
Actualmente, existen menos de cien ejemplares de este langur, que enfrentan problemas como la alta endogamia y una baja diversidad genética. A pesar de esto, su genoma conserva diversidad en áreas clave que le permiten adaptarse a cambios ambientales. Estas adaptaciones genéticas son cruciales para tolerar el contenido de sodio del agua salada.
El estudio, publicado en Nature Communications, también enfatiza la urgente necesidad de proteger a esta especie, según Christian Roos, coautor de la investigación. Las amenazas incluyen la fragmentación de su hábitat y la caza furtiva, que ya redujo su población a 40 individuos en 2004. Actualmente, se estima que la población ha aumentado a 85, aunque sigue en riesgo de extinción.
Conservacionistas y científicos piden medidas de protección reforzadas, especialmente ante el impacto del turismo y la presión ambiental. El langur de Cat Ba es un ejemplo valioso de cómo la pérdida de población puede afectar la diversidad genética y la resiliencia de una especie en peligro crítico.