La sonda robótica china Chang’e-6 marcó un hito en la exploración lunar al recolectar, en junio, las primeras muestras de la cara oculta de la Luna, una región que siempre permanece de espaldas a la Tierra. Este material está revelando datos cruciales sobre la historia geológica del satélite natural.
Investigadores han identificado fragmentos de roca volcánica, como basalto, que datan de hace 4,200 y 2,800 millones de años. Estos hallazgos confirman que el vulcanismo en la Luna persistió por al menos 1,400 millones de años durante su juventud, sugiriendo que fue un mundo más activo de lo que se creía.
El sitio de alunizaje en la cuenca del Polo Sur-Aitken, caracterizado por una corteza delgada, proporcionó un acceso privilegiado a evidencias de actividad volcánica. Este cráter de impacto es clave para entender el vulcanismo temprano de la Luna y su evolución en la primera mitad de su historia, cuando compartía similitudes con la Tierra en sus orígenes.
Chang’e-6 recolectó 1,935 gramos de suelo lunar utilizando herramientas como una pala y un taladro, regresando exitosamente las muestras a la Tierra. El material aterrizó en Mongolia Interior, China, y ahora está ofreciendo nuevas perspectivas sobre la dinámica de formación del satélite hace más de 4,500 millones de años.