Ciudad de México – El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió el derecho a la libertad de expresión en respuesta a las críticas y la propuesta de silenciar sus conferencias matutinas, conocidas como «mañaneras». Durante su intervención, el mandatario calificó cualquier intento de restringir estas sesiones informativas como una «gravísima violación a la Constitución» y un ataque directo a la libertad de expresión y a la libre manifestación de las ideas.
López Obrador respondió a las recientes peticiones, particularmente de Xóchitl Gálvez, candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México, de limitar las «mañaneras» durante el periodo electoral. Sin embargo, señaló que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya ha resuelto que esto no es viable, reafirmando la importancia de estas conferencias como un espacio de diálogo y transparencia gubernamental.
El presidente insistió en que México no se encuentra bajo una dictadura, ni de izquierda ni de derecha, sino que vive en una democracia caracterizada por la pluralidad, la diversidad y la garantía del derecho a disentir. «En una democracia es consustancial que haya proyectos distintos y hasta contrapuestos de nación», afirmó López Obrador, destacando la necesidad de aceptar y respetar las diferencias en el pensamiento y en los enfoques políticos y económicos.
En un llamado a la serenidad y al respeto mutuo entre adversarios políticos, el mandatario sugirió: «Que se serenen, se tranquilicen, somos adversarios, no somos enemigos. Vamos a abrazarnos, respetarnos». Así mismo, criticó la falta de congruencia en el sector conservador, acusándolos de cambiar de posición según les convenga.
Con estas declaraciones, López Obrador reitera su compromiso con los principios democráticos y con la importancia de mantener un espacio abierto para la comunicación gubernamental y el debate público, sin ceder ante presiones que buscan limitar la expresión de ideas y la crítica constructiva en el país.