Por: Dr. Luis A. Barroso (*)
Con el final de la era del Papa Francisco, la atención del mundo está puesta en el Vaticano, no solo por la transición espiritual, sino por sus efectos en los negocios, la sociedad y la política mundial. La elección de un nuevo Papa, líder de unos 1.300 millones de católicos de todo el mundo, tiene un significado que va mucho más allá de los muros de la Iglesia. La vasta presencia de la Iglesia católica, que dirige entre otras cosas, decenas de miles de escuelas y hospitales en todo el mundo, significa que las prioridades del próximo pontífice podrían influir en los esfuerzos humanitarios y las políticas sociales en todo el mundo.
Como autoridad moral mundial, la postura de un Papa en cuestiones como la justicia económica o el cambio climático puede dar forma al discurso internacional e influir en el debate, desde los movimientos de base hasta los consejos de administración de las empresas. Desde el punto de vista político, el poder blando del Vaticano, con lazos diplomáticos formales con 183 Estados, confiere al Papa influencia a través de la mediación y la persuasión moral.
A continuación, una lista de los principales candidatos, aunque esto no deja de ser una especulación, ya que, como el ejemplo del mismo Papa Francisco, la historia nos ha mostrado varias veces que el elegido surge con sorpresa al mundo cristiano.
El cardenal Pietro Parolin (Italia), de 70 años, es un experimentado diplomático vaticano considerado como un candidato moderado para la continuidad. Como secretario de Estado desde 2013, ha estado en el centro de delicadas negociaciones con países como China y Oriente Medio.
El cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas), de 67 años, es conocido como el “Francisco asiático” por su humildad y su compromiso con la justicia social. El ex arzobispo de Manila sería el primer Papa asiático, reflejo del crecimiento de la Iglesia en Asia, y se le considera una figura pastoral unificadora con un amplio atractivo.
El cardenal Peter Turkson (Ghana), de 76 años, ha sido durante mucho tiempo una voz destacada en cuestiones como la desigualdad económica y la justicia climática. De ser elegido, sería el primer pontífice negro de los tiempos modernos, un cambio histórico que pone de relieve la vibrante comunidad católica africana, y su mezcla de conciencia social y fidelidad doctrinal podría unir a varios bandos.
El cardenal Matteo Zuppi (Italia), de 69 años, es conocido por su calidez pastoral y su labor pacificadora. Como arzobispo de Bolonia, con raíces en la comunidad pacifista de San Egidio, tiene fama de tender puentes y ser compasivo, lo que le convierte en otro aspirante afín al espíritu reformista de Francisco.
Estos papables proceden de diversas regiones, pero todos comparten la visión global de Francisco. El cardenal que se convierta en el 267º Papa heredará no sólo el legado de Francisco, sino también una enorme responsabilidad en la escena mundial. La sucesión papal es un momento de consecuencias globales, que marcará el rumbo de la Iglesia católica y repercutirá en los debates mundiales sobre ética y justicia.
(*) El Doctor Luis A. Barroso es Director General de Extensión, Difusión y Vinculación de la UDLAP
Contacto: @lbarrosom