Un equipo interdisciplinario analizó un millón de palabras en acadio, escritas en tablillas de arcilla entre 934 y 612 a.C., para explorar cómo los antiguos mesopotámicos experimentaban emociones en el cuerpo. Según la investigación publicada en iScience, emociones como la felicidad, el amor y la ira estaban asociadas a diferentes órganos y partes del cuerpo. Por ejemplo, la felicidad se vinculaba con el hígado, mientras que la ira se sentía en los pies, en contraste con los mapas corporales emocionales modernos.
A pesar de las similitudes y diferencias culturales, los investigadores subrayan que las emociones descritas en textos cuneiformes reflejan perspectivas lingüísticas más que experiencias vividas. Esto destaca la necesidad de tener cuidado al comparar mapas corporales modernos, basados en autodeclaraciones, con las descripciones antiguas. Además, el conocimiento anatómico de la época, como la relevancia del hígado, influía en cómo se expresaban las emociones.
Leer más… Investigadores del MIT desarrollan método de IA para prever inundaciones
Este enfoque innovador, que relaciona textos antiguos con emociones y partes del cuerpo, abre puertas para estudiar cómo diferentes culturas han experimentado emociones a lo largo del tiempo. Según la profesora Saana Svärd, líder del proyecto, este método podría aplicarse a otros corpus lingüísticos, como textos modernos en inglés y finlandés, para explorar las diferencias interculturales y contribuir al debate sobre la universalidad de las emociones humanas.