Un estudio reciente, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), señala que los microbios en el medio ambiente, no los combustibles fósiles, son los responsables del reciente aumento de las emisiones globales de metano. Los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder concluyeron que estas emisiones provienen de fuentes como humedales, ganado y vertederos, lo que plantea nuevas estrategias para mitigar el cambio climático.
El metano, aunque menos abundante que el dióxido de carbono, es un potente gas de efecto invernadero que atrapa 30 veces más calor en un periodo de 100 años. Aunque se degrada más rápido que el CO₂, la rápida alza de las emisiones de metano desde 2007, y especialmente entre 2020 y 2022, ha sido atribuida en más de un 90% a fuentes microbianas, según las simulaciones de los investigadores.
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Si bien reducir los combustibles fósiles sigue siendo crucial para combatir el cambio climático, el estudio destaca la importancia de abordar las emisiones microbianas para lograr un impacto inmediato. El equipo continúa investigando si el aumento de las emisiones microbianas proviene de fuentes naturales o impulsadas por actividades humanas como la agricultura.