En el Sur de Florida han aparecido estos sapos, como consecuencia de la llegada de la temporada de huracanes en Estados Unidos.
Al parecer los sapos gigantes presentan un alto nivel de toxicidad.
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«Mientras haya agua para reproducirse, los sapos de caña prosperarán…Estarán fuera de la superficie, alimentándose y reproduciéndose. Probablemente la gente los esté viendo ahora más», señaló William Kern, profesor asociado de la Universidad de Florida.