Unos 900 millones de personas de 35 países de América, el 96% de la población, cuentan con al menos una de las seis medidas de control del tabaco recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, un 50% más que las registradas el año 2007, informó este lunes la Organización Panamericana de la Salud.
El Informe sobre el control del tabaco para la Región de las Américas 2022 indica que 26 de los 35 países de la región han alcanzado el máximo nivel de aplicación de al menos una de esas órdenes, pero en otras, como el aumento de los impuestos al tabaco, han avanzado con lentitud, y nueve países todavía no han adoptado ninguna medida.
Los progresos en la aplicación de las seis normas, conocidas como MPOWER* y establecidas por la Organización Mundial de la Salud en 2008, contribuyeron a reducir el número de consumidores, que pasaron de representar el 28% de la población de la región en 2000 al 16,3% en 2020, la segunda cifra más baja del mundo a ese nivel.
A este logro cabe añadirle que América del Sur se convirtió en 2020 en la primera subregión del continente americano donde está absolutamente prohibido fumar en lugares públicos cerrados, en el trabajo y en el transporte público.
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La agencia recuerda que el consumo de tabaco es el principal factor de riesgo en seis de las ocho principales causas de muerte en el mundo, así como para las cuatro enfermedades no transmisibles más prevenibles y prevalentes: cardiovasculares, diabetes, cáncer y afecciones respiratorias crónicas.
El director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la Organización afirmó que “el tabaco causa casi un millón de muertes anuales en la región y es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los que lo consumen”.
Anselm Hennis destacó que “ante esta enorme amenaza, la respuesta debe ser igualmente agresiva. Las medidas de control funcionan y debemos avanzar más rápidamente en la aplicación de todas ellas”.