El mundo está en una guerra contra el virus de la Covid-19 y necesita actuar mediante una economía de guerra, advirtió el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.
Al dirigir su discurso en la 74 Asamblea Mundial de la Salud, advirtió que para detener el virus es necesaria una respuesta global resuelta y solidaria. Los líderes mundiales deben, de manera urgente, idear un plan para el acceso equitativo a las vacunas contra la Covid-19 y tratamientos para la enfermedad, lo que comienza por financiar el Acelerador ACT y el mecanismo COVAX para llevar las vacunas contra la Covid a los países más pobres.
“Pero eso no es suficiente. Estamos en guerra con el virus. Requerimos la lógica y urgencia de una economía de guerra para reforzar la capacidad de nuestras armas: las vacunas”, dijo.
La pandemia por Covid-19 ha traído un tsunami de sufrimiento al mundo, con más de 3.4 millones de vidas que se han perdido, 5 millones de empleos y trillones de dólares que se han esfumado de los balances globales, dijo; sin embargo, los más vulnerables son quienes han sufrido más, “y temo que está lejos de terminarse”.
Crean bloque para preparar profesionales contra pandemias
El Secretario General de las Naciones Unidas hizo un llamado a coordinar acciones globales en las regiones urbanas para concentrar los esfuerzos en la rápida recuperación del planeta y en alcanzar la agenda 2030 y los objetivos del desarrollo sostenible.
Recordó que los nuevos picos y olas del virus podrían cobrar cientos de miles de vidas más y hacer ralentizar la recuperación económica mundial.
“Covid-19 no puede ser vencido un país a la vez. Tristemente, a menos que actuemos ahora, nos enfrentaremos a una situación en la cual algunos países han vacunado a la mayoría de sus habitantes y abierto sus economías, mientras que el virus continuará trayendo grandes sufrimientos al circular y mutar en los países más pobres”, dijo.
Recordó que el viernes hizo un llamado a los países miembros del G20 para preparar equipos especiales que reúnan a todos los países con capacidad para producir vacunas, a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT), e inclusive a las instituciones financieras que tengan la capacidad de hacer tratos con las empresas farmacéuticas y otros agentes clave para, cuando menos, doblar la capacidad de manufactura de vacunas.
Para ello, pidió explorar todas las opciones posibles: desde la entrega de licencias para la transferencia de tecnología, hasta la flexibilización de las licencias de derechos de propiedad intelectual.
Estos equipos especiales deberán buscar la distribución equitativa global mediante el Acelerador ACT y el mecanismo COVAX, mediante un acuerdo en los niveles más altos en el que participen las potencias mundiales en suministro y capacidad de producción, a través de un sistema multilateral.
“Estoy listo para movilizar a toda la Organización de las Naciones Unidas para apoyar estos esfuerzos. Debemos reforzar los sistemas de atención primaria y la cobertura universal de salud. Covid-19 no debe verse de manera aislada a los problemas fundamentales de nuestros sistemas de salud: inequidad, falta de financiamiento, complacencias, y negligencia”, dijo.
António Guterres señaló que es necesario sacar adelante los sistemas de salud de atención primaria para lograr una recuperación más rápida de esta pandemia y prevenirnos antes de que la siguiente emergencia sanitaria mundial aparezca.
Igualmente, señaló que los esfuerzos para recuperarnos de la pandemia por Covid-19 no deben realizarse a costa de otros servicios que son esenciales para el cuidado de la salud: desde servicios de salud reproductiva para las mujeres, hasta la vacunación infantil, y la atención a la salud mental.
“Debemos prepararnos para la próxima emergencia sanitaria mundial. Robustecer los servicios de salud primarios es un inicio pero no es suficiente. El mundo necesita compromiso político en los niveles más altos para transformar el sistema existente a uno que sea de coordinación internacional, una perspectiva que involucre a los gobiernos y a la sociedad. La OMS debe estar en el corazón de las preparaciones contra una pandemia global”, dijo.