Gerard Quinn, relator especial de la ONU* sobre los derechos de las personas con discapacidad, afirmó que «los trabajos sin futuro, los salarios bajos, las malas condiciones y el escaso margen para la movilidad social» en el sector de los cuidados no son una forma de construir sistemas resistentes, como ha demostrado la pandemia de COVID-19.
Las cuidadoras, en grave desventaja
Durante su intervención en la apertura de la última sesión del Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en Ginebra, Quinn destacó la situación especialmente desfavorable de las cuidadoras.
«La feminización de la pobreza, por la que las mujeres cuidadoras casi siempre se ven gravemente desfavorecidas, no puede continuar», dijo, y añadió que ser «serios» con los derechos significa que «tenemos que ser serios con el ecosistema que los hace realidad o que los socava».
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Quinn subrayó que los debates sobre los derechos de las personas con discapacidad tienen que incluir un enfoque sobre los derechos de las mujeres, así como concienciar a los proveedores de servicios del sector, una «industria multimillonaria», de que ellos también tienen un papel que desempeñar en el cumplimiento de los derechos humanos.
Discapacidad y conflicto
Según el relator, lejos de ser un «instrumento aislado o herméticamente sellado», la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad «pulsó un botón de reinicio en muchos ámbitos: clima, conflictos, desarrollo, democratización».
El relator especial presentó un avance de su próximo informe sobre conflictos y discapacidad, que se publicará en octubre, y afirmó estar «conmocionado» al saber que sólo el 6% de los tratados de paz de los últimos 30 años mencionan la discapacidad.
Deploró esta «oportunidad perdida» de construir un futuro más integrador en un momento crucial de la vida de cualquier comunidad, e insistió en que tenía que cambiar, al igual que el hecho de que «las disculpas oficiales, la responsabilidad penal, las reparaciones y la conmemoración de los errores del pasado tienden a excluir a las personas con discapacidad».
Fuente: ONU