Introducido por primera vez en Europa a principios de la década de 1970, el cinturón de seguridad es el mejor dispositivo para proteger a los pasajeros en caso de accidente. Sin embargo, alrededor de 1,35 millones de personas mueren cada año en las carreteras, el 93% de ellas en países en desarrollo, donde faltan leyes que regulen su uso.
Según la Organización Mundial de la Salud, el uso del cinturón de seguridad por los ocupantes de los asientos delanteros de los vehículos reduce el riesgo de lesiones mortales entre un 45 y un 50%, y el riesgo de muerte y lesiones graves entre los ocupantes de los asientos traseros en un 25%.
Las especificaciones técnicas de uso e instalación del cinturón de seguridad se derivan del Reglamento nº 16 de la ONU, que entró en vigor el 1 de diciembre de 1970.
En los años siguientes, varios países introdujeron legislaciones para hacer obligatorio el uso de cinturones de seguridad en los vehículos: Francia, España, Países Bajos, Noruega, Suecia, Alemania y Portugal en los años 70; Suiza, Reino Unido, Polonia, Rusia e Italia en los años 80; y China en el 1993. Asimismo, la provincia de Ontario en Canadá y el Estado de Nueva York en Estados Unidos hicieron mandatorio el uso del cinturón de seguridad en 1976 y 1984 respectivamente.