En un encuentro que marcará un antes y un después en la historia del fútbol femenino de México, la Selección Mexicana se impuso con un contundente 2-0 frente a Estados Unidos, en la primera edición de la Copa Oro W. Este triunfo no solo significó llevarse el liderato del Grupo A, sino también romper una racha de 14 años sin vencer a las cuatro veces campeonas del mundo.
Desde el inicio del partido, el equipo dirigido por Pedro López demostró una determinación férrea, presionando a las estadounidenses y forzando errores que inclinaron la balanza a su favor. La estrategia de juego agresiva y de alta presión rindió frutos temprano, culminando en un gol magistral de Lizbeth Ovalle, quien, tras un error defensivo de Becky Sauerbrunn, se enfrentó en solitario a la portera Alyssa Naeher y marcó con un disparo preciso.
A pesar de un intento de reacción por parte de las estadounidenses en la segunda mitad, la selección mexicana mantuvo su dominio y cohesión defensiva. Mayra Pelayo selló la victoria con un espectacular gol de larga distancia que se incrustó en la escuadra, dejando sin opciones a Naeher y asegurando el triunfo mexicano.
Con este resultado, México avanza a la siguiente ronda de la Copa Oro W como líder de su grupo, demostrando no solo su capacidad para competir al más alto nivel, sino también su evolución y fortaleza en el fútbol femenino internacional. Este triunfo histórico ante Estados Unidos no solo es una victoria en el marcador, sino un mensaje claro de la creciente competitividad y ambición de la selección mexicana femenil.