A tres días del inicio de las campañas electorales en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que no percibe ninguna fuerza política buscando desestabilizar al país. Según él, existe suficiente unidad entre la población, que se mantiene al margen de la polarización. Durante su conferencia matutina, el mandatario enfatizó que la nación no está dividida en extremos, como algunos medios y campañas en redes sociales intentan retratar.
López Obrador anunció que suspenderá sus actos públicos durante las campañas para no influir en el proceso electoral y garantizar elecciones libres. Además, alertó sobre las campañas en redes sociales y medios internacionales que buscan difamar su gobierno con etiquetas como «narcopresidente» y acusaciones de dictadura, financiadas con millones de dólares y la compra de bots en el exterior.
El presidente criticó duramente a medios tanto nacionales como internacionales, como el New York Times y el Wall Street Journal, por su cobertura negativa y aseguró que tales intentos de desestabilización no tendrán éxito. Rechazó las acusaciones de autoritarismo, preguntando retóricamente dónde están las pruebas de represión o violaciones a los derechos humanos bajo su administración.
Con un tono optimista, López Obrador afirmó que las próximas elecciones serán las más limpias y libres en la historia de México, a pesar de las «tracaladas» de la oligarquía. A su vez, descartó cualquier riesgo de crisis económica en el horizonte y se mostró satisfecho con la tendencia descendente de la inflación, lo que considera su única preocupación económica real.
En resumen, el presidente se muestra confiado en la fortaleza y unidad de México frente a los intentos de polarización y desestabilización, y se compromete a mantener una postura neutral durante el periodo electoral.