Luego de que trascendió que el Estadio de León se entregó a Roberto Zermeño, los aficionados protestaron para bloquear los accesos.
El Grupo Pachuca envió camiones para resguardar los trofeos y pertenencias del club.
En 2019, Roberto Zermeño ganó el juicio que lo avaló como dueño legítimo del estadio y por tal, le ganó la propiedad al municipio, quien tenía el inmueble en comodato para el Grupo Pachuca hasta 2022.