Ciudad de México.– El futbol mexicano enfrenta una creciente amenaza por la manipulación de competencias vinculada a apuestas ilegales, en un contexto donde la ausencia de legislación específica impide a las instituciones actuar con eficacia frente a redes de corrupción y lavado de dinero. Así lo advirtió Luz María Guzmán, titular del programa anticorrupción de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en México, en entrevista con el periódico La Jornada.
“Existe un vacío legal que no sólo deja impunes a los jugadores involucrados, sino que protege a los operadores anónimos detrás de estas prácticas corruptas, muchas veces ligados al crimen organizado”, afirmó Guzmán.
Uno de los casos más recientes se remonta al 10 de febrero, cuando el club Real Apodaca recibió un video que mostraba a cinco futbolistas —cuatro del propio club y uno de Correcaminos— negociando con presuntos intermediarios colombianos el arreglo de un partido, a cambio de 11 mil dólares por un marcador pactado. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) sancionó a los involucrados con un total de 57 años de castigo.
Días después, jugadores de Real Zamora y Aguacateros Club Deportivo Uruapan, así como una futbolista del Mazatlán FC, fueron suspendidos por participación en apuestas ilegales. La reincidencia ha encendido las alertas en la FMF, que actualmente trabaja junto a la UNODC en una propuesta de ley para penalizar la manipulación de resultados.
Según datos de la UNODC, se blanquean hasta 140 mil millones de dólares anualmente mediante apuestas deportivas, mientras que el mercado ilegal de este rubro puede alcanzar los 1.7 billones de dólares. A pesar de ello, México carece de una ley específica para sancionar el amaño de partidos.
“El delito podría investigarse por fraude, lavado de dinero o delincuencia organizada, pero si no se cumplen todos los elementos jurídicos, las fiscalías no pueden actuar”, explicó Guzmán.
Vulnerabilidad en ligas menores
Las redes ilegales operan especialmente en divisiones inferiores, donde los jugadores enfrentan carencias económicas y escasa vigilancia. “Muchos son jóvenes en situación de vulnerabilidad. En tercera división hay poco control, lo que los vuelve blanco fácil”, añadió la experta.
Asia concentra el 65% del mercado global de apuestas, pero es en los sectores no regulados donde los grupos criminales operan con mayor libertad, según Europol. FIFA define la manipulación de partidos como la alteración de resultados con fines de lucro económico ilícito, afectando directamente la integridad deportiva.
México, uno de los anfitriones del próximo Mundial de Futbol en 2026, ya enfrenta cuestionamientos sobre la limpieza de sus competencias. En 2022, el mercado legal de apuestas en el país alcanzó un valor de 2 mil millones de dólares, impulsado por el acceso a plataformas digitales.
El problema no se limita al futbol: en septiembre de 2023, cuatro tenistas mexicanos fueron sancionados por amaño de partidos entre 2017 y 2018, según la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis.
“Estas prácticas eliminan el carácter imprevisible del deporte y erosionan la confianza pública. Lo que está en juego es mucho más que un resultado: es la esencia misma de la competencia”, concluyó Guzmán.