SpaceX alcanzó un hito importante este domingo al recuperar con éxito el propulsor de su megacohete Starship tras un vuelo de prueba de casi nueve minutos. El propulsor, conocido como Super Heavy, fue atrapado por brazos mecánicos en la torre de lanzamiento, apodados «los palillos», justo antes de tocar el suelo. Este logro representa un avance clave para la reutilización de este cohete pesado, un paso crucial en la visión de SpaceX.
La empresa de Elon Musk sigue desarrollando Starship con la intención de utilizarla para misiones hacia Marte, un proyecto que también es de gran interés para la NASA, que planea usar esta nave para llevar astronautas a la Luna. SpaceX ha estado lanzando prototipos sin carga para ajustar rápidamente cualquier problema, permitiendo mejoras constantes en el diseño y desempeño de la nave.
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Sin embargo, SpaceX ha expresado frustración por los retrasos burocráticos de la Administración Federal de Aviación (FAA), encargada de autorizar los lanzamientos. En un comunicado, la empresa criticó que el papeleo para obtener una licencia de vuelo tome más tiempo que el propio diseño y construcción del hardware del cohete, lo que ha ralentizado su progreso.