En el mundo, sólo 40% de los empleos en la industria manufacturera son para mujeres, sólo 28% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) que operan en el mundo están lideradas por ellas, y únicamente 1 de cada 5 puestos de mando o de decisión están ocupados por mujeres, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
En el documento, Guía y herramientas para la integración de la perspectiva de género dirigida a personal técnico, socios y actores clave en los proyectos de ONUDI, que la organización presentó el pasado 31 de junio, señala que a pesar de que las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de la población mundial, la presencia de los varones domina estos sectores de la economía.
Esta situación a menudo resulta en brechas en la adquisición de experiencia, habilidades y oportunidades laborales entre hombres y mujeres.
“Los cargos ocupados por mujeres suelen ser peor pagados que los ocupados por varones. Además, a pesar del progreso que se ha alcanzado, las mujeres continúan severamente subrepresentadas en puestos de administración y toma de decisiones, regularmente reciben menor salario por el mismo trabajo, y tienen menos oportunidades para que sus opiniones sean escuchadas en los procesos de toma de decisiones”, describe.
Como resultado, existe una “severa subrepresentación” de las mujeres en puestos de administración y toma decisiones en las empresas. De acuerdo con una investigación del banco Credit Suisse que se llevó a cabo en 56 países en 2019, sólo 1 de cada 5 (20.6%) de los puestos en las juntas directivas de las empresas era ocupado por mujeres.
“Dicha proporción es aún menor en el sector energético (18.5%) y en el sector de Tecnologías de la Información y la Comunicación (ICT, por sus siglas en inglés) con 17.9%”.
Mientras que las MIPYMES enfrentan desafíos específicos en la obtención de financiamiento y créditos baratos: regularmente las empresas lideradas por mujeres son más pequeñas y representan sólo 28% de los negocios en todo el mundo.
Al mismo tiempo, representan una cantidad desproporcionada (32%) del déficit de financiación de las MIPYMES ya que el 80% de este tipo de empresas dirigidas por mujeres, no encuentran un crédito que responda adecuadamente a las necesidades de sus negocios. Esto representa una brecha financiera de 1.7 trillones de dólares para las empresas dirigidas por mujeres.
Además, 39% de los mujeres trabajan en el sector manufacturero global; sin embargo, son las que tienen los salarios más bajos, no han recibido suficiente capacitación y regularmente tienen empleos precarios especialmente en sectores de la cadena de valor global como el textil, vestido y calzado, sectores de la horticultura.
“Estos empleos son los más afectados por los avances tecnológicos como la automatización y la digitalización. Se espera que en este periodo de la Cuarta Revolución Industrial, el reemplazo tecnológico afectará más a las trabajadoras mujeres que a sus contrapartes varones”.
Lanza ONUDI guía para planear proyectos y programas con perspectiva de género
Ante esta situación, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) presentó su Guía y herramientas para la integración de la perspectiva de género dirigida a personal técnico, socios y actores clave en los proyectos de la organización.
Durante el evento virtual “Haciendo la igualdad de género una realidad en la industria: lanzamiento de la nueva: Guía y herramientas para la integración de la perspectiva de género” Li Yong, Director General de ONUDI, dijo que la guía es un reflejo del compromiso de la agencia con el tema.
“La guía es un elemento importante para apoyar el compromiso de ONUDI a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Será esencial en la posterior implementación de la estrategia de género de ONUDI para 2020-2023. El documento provee guía para llevar a cabo análisis de género e implementación de la perspectiva de género en todo el ciclo de los proyectos”, dijo.
El objetivo del documento, que recibió apoyo financiero del gobierno de Finlandia para su desarrollo, es facilitar la integración efectiva y eficaz de las consideraciones en materia de género en el ciclo completo de proyectos y programas, con un foco particular en las herramientas de análisis de género para fortalecer la importante etapa de diseño de proyectos.
“Para garantizar que un proyecto o programa es eficiente, efectivo y no deja a nadie atrás, las mujeres y los hombres deben poder acceder, participar y beneficiarse de este de manera equitativa”, señala la guía.
“Es por ello que las necesidades, roles, desafíos y oportunidades de los beneficiarios -tanto de hombres como de mujeres- deben ser identificados, considerados, y atendidos en todas las fases de los proyectos y programas: diseño, formulación, implementación, monitoreo y evaluación”.
La guía es aplicable a una serie de formatos como programas y proyectos de cooperación técnica, programas nacionales, así como proyectos de normativas y convocatorias, y de investigación.
Se incluyen por ejemplo herramientas para obtener indicadores con perspectiva de género, y datos desagregados por sexo; así como para realizar monitoreo, reportes y evaluaciones bajo esta misma perspectiva.
El documento, en combinación con guías temáticas específicas de cada proyecto, puede aplicarse a temas de energía sustentable, medio ambiente, agro-negocios, digitalización, tecnología e innovación.