Ciudad de México, 1 de abril de 2025.– La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una de las tecnologías más disruptivas y estratégicas del siglo XXI, con un impacto creciente en sectores clave como la salud, la educación, la industria, el comercio y el gobierno. Su relevancia actual ya se refleja no solo en la innovación tecnológica, sino también en el crecimiento económico y la reconfiguración del mercado laboral a nivel global.
De acuerdo con un estudio de PwC, la IA podría aportar hasta 15.7 billones de dólares a la economía mundial para 2030, impulsando la productividad (6.6 billones) y el consumo (9.1 billones). Solo en América Latina, se estima que esta tecnología generará un impacto económico de alrededor de 320 mil millones de dólares hacia finales de la década.
Avances e implementación
En el sector salud, la IA ha permitido avances significativos en diagnóstico médico asistido, análisis de imágenes y desarrollo de fármacos, mientras que en el ámbito empresarial está transformando procesos mediante la automatización, el análisis predictivo y la personalización de servicios.
Un informe de McKinsey Global Institute estima que alrededor del 70% de las empresas en el mundo ya están explorando o adoptando soluciones basadas en IA, con aplicaciones en áreas como atención al cliente, operaciones logísticas y marketing digital.
Además, el uso de modelos de lenguaje como ChatGPT, desarrollados por OpenAI, ha revolucionado la interacción entre humanos y máquinas, con más de 100 millones de usuarios activos mensuales y adopción en sectores como la educación, la comunicación institucional y el soporte técnico.
Desafíos y debates
Sin embargo, el avance de la IA también ha suscitado debates sobre sus implicaciones éticas, laborales y de seguridad. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido que aunque la IA generará nuevos empleos, también reconfigurará drásticamente las ocupaciones existentes, afectando especialmente a los trabajadores administrativos, de manufactura y atención al cliente.
Por su parte, la Unión Europea y la ONU han promovido marcos regulatorios para garantizar un uso seguro, transparente y justo de esta tecnología, mientras que expertos como Geoffrey Hinton, uno de los pioneros de la IA, han alertado sobre el riesgo de que sistemas avanzados puedan ser mal utilizados si no se supervisan adecuadamente.
América Latina y México: una oportunidad estratégica
En la región, países como Brasil, Chile, Colombia y México han lanzado estrategias nacionales de inteligencia artificial enfocadas en el desarrollo responsable, la inclusión digital y la capacitación del talento.
México, en particular, ha comenzado a implementar programas de alfabetización digital e inteligencia artificial en universidades, así como alianzas público-privadas para aplicar estas tecnologías en sectores como seguridad, salud y servicios públicos.