La NASA ha elegido el polo sur lunar para el regreso de humanos a la Luna en el marco del programa Artemis, destacando su comunicación visual con la Tierra, visibilidad solar y acceso al hielo de agua. Sin embargo, las condiciones únicas de iluminación, como el sol bajo en el horizonte y áreas de sombra extrema, representan un reto para la visión funcional de los astronautas, esencial para tareas como caminar, operar herramientas y manejar rovers.
Las misiones previas, como Apolo, no enfrentaron desafíos similares, ya que los ángulos solares permitían ajustes en la planificación y diseño del casco. En contraste, Artemis exige el desarrollo de nuevos sistemas integrados de iluminación y visión, capaces de manejar la transición entre luz cegadora y sombra profunda. La NASA ha identificado brechas en los requisitos de diseño actuales, especialmente en trajes espaciales, que dificultan la adaptación visual necesaria para operar con seguridad en estas condiciones.
Leer más… Completa con éxito su misión al sol la Sonda Parker de la NASA
El Centro de Ingeniería y Seguridad de la NASA (NESC) ha recomendado un enfoque colaborativo para diseñar viseras, cascos e iluminación artificial que trabajen en conjunto. También propone simulaciones físicas y virtuales para evaluar soluciones en entornos hostiles. Estas herramientas no solo optimizarán el diseño técnico, sino que también garantizarán una capacitación adecuada para los astronautas, asegurando que puedan superar los desafíos únicos del polo sur lunar.