Un estudio reciente sugiere que un improbable impacto de una roca espacial podría desviar al asteroide Apophis hacia una trayectoria de impacto con la Tierra en un 5% de los casos examinados. Apophis, que mide 335 metros y pasará cerca de nuestro planeta en abril de 2029, ha sido estudiado extensamente y se espera que pase a una distancia segura. Sin embargo, la investigación del astrofísico Paul Wiegert, de la Universidad de Western Ontario, considera la posibilidad de que Apophis sea golpeado por un pequeño asteroide o meteoroide, lo que podría alterar su trayectoria.
A pesar de esta nueva posibilidad teórica, Wiegert asegura que el riesgo es extremadamente bajo. Las probabilidades de que un impacto de estas características sea lo suficientemente fuerte como para desviar significativamente a Apophis se estiman en menos de una entre mil millones. El estudio examina miles de escenarios hipotéticos donde un «impulso» aleatorio podría desviar al asteroide, pero los impactos capaces de alterar su curso hacia la Tierra son rarísimos.
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Este análisis también aborda cómo se podría detectar si Apophis se ha desviado de su trayectoria original y cómo las observaciones telescópicas podrían ayudar a evaluar cualquier cambio en su curso. Aunque la posibilidad de un impacto peligroso es extremadamente remota, la naturaleza inusual de Apophis y su proximidad a la Tierra hacen que sea objeto de un seguimiento detallado.