La gran mayoría de los seropositivos del mundo carece de acceso a las vacunas contra el COVID-19 pese a ser uno de los grupos más vulnerables, señala la ONU. Además, advierte que más de 800.000 niños con VIH no reciben tratamiento.
Las crecientes desigualdades impiden que las personas que viven con el VIH accedan a las vacunas COVID-19 a pesar de que sus posibilidades de morir a causa de ese padecimiento son dos veces más grande que las de la población en general y de que corren un mayor riesgo de enfermedad grave por el coronavirus, apunta un nuevo estudio divulgado este miércoles por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-SIDA (ONUSIDA).
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En su Actualización Global del SIDA 2021, la agencia subraya la doble amenaza a la vida de los seropositivos: el SIDA y el COVID-19 y deplora que no reciban ni las inmunizaciones ni el tratamiento que necesitan.
Asimismo, informa que las poblaciones clave y los niños se mantienen rezagados en el acceso a los servicios relacionados con el VIH.
ONUSIDA detalla que esos colectivos y sus parejas sexuales representan el 65% de las nuevas infecciones por VIH y que al menos 800.000 niños portadores ese virus no reciben el tratamiento que necesitan para sobrevivir.